Habitaciones Hotel Neptuno

¿Renovarse o morir? Hay que creer en ello cuando uno se hace este planteamiento y más en este caso. Plantearse una renovación de imagen es sencillo, plantearse una renovación de imagen de alto presupuesto sigue siendo sencillo, plantearse una renovación de imagen y estructural ya empieza a ser más delicado, plantearse una renovación de imagen de alto presupuesto y estructural empiezan a ser palabras mayores y plantearse todo esto con un cambio interno ya es prácticamente plantearse una nueva vida, un gran riesgo.

No lo teníamos fácil, bueno, de hecho, no lo tenemos fácil, nos falta la segunda fase por realizar todavía. Y no lo tenemos fácil porque trabajamos sobre una base de edificio antiguo, con ciertas patologías estructurales y de gran dificultad de cumplimiento normativo a nivel de protección contra incendios, debido a su singularidad urbanística.

A todo esto, y después de dos temporadas pandémicas, y como no podría ser de otra forma, el proyecto original se ha visto afectado y para la segunda fase ha sido necesaria la repetición del proyecto y la adaptación a todo lo aprendido, por la propiedad, en cuanto a servicios y clientes objetivos.

La reforma del hotel tiene diversos factores condicionantes: cambio de categoría a 4 estrellas superior (estamos en 3), disminución de habitaciones, modernización de las instalaciones, aumento de superficies comunes y servicios al cliente, aumento de las superficies de habitaciones, diversificación en la tipología de habitaciones, reducción de consumo energético, aumentar la sostenibilidad del producto final, posibilidad de uso parcial del hotel, etc., y eso sin listar todas aquellas mejoras de funcionalidad y servicio que desea ir implantando la propiedad.

No estamos hablando de un proyecto arquitectónico y de su ejecución, si no de su integración en un proyecto global de futuro.